Otro día tirado a la basura. Más llamadas telefónicas, más oficinas… y siempre la misma respuesta: mañana. Es desesperante. Al menos me ha llegado mi material de escalada, así que me entretengo desempaquetándolo y volviéndolo a empaquetar. Teóricamente, eso dice mi agencia, mi sherpa Dorchi está en Islamabad, pero ni le he visto ni he tenido noticias de él. Ya no sé qué pensar.
La única compañía que tengo es la de Dawa. Tampoco sé nada del resto de los miembros de la expedición con los que tendría que compartir viaje hacia el K2.
Estoy harta de dar vueltas a mi habitación-celda y tengo unas ganas locas de salir ya de Islamabad. Al menos la ola de calor ha remitido un poco gracias a los aguaceros de las últimas horas; estos días pasados hubo más de 40ºC aquí y parece que en el sur del país aún fue peor.
Ojalá pueda daros pronto la buena noticia de que los dichosos papeles están listos. Mi próximo paso será la embajada, pero ya no confío en nada ni nadie.
Siguen siendo un tesoro que agradezco vuestros buenos deseos y mensajes de ánimo. Mañana, mañana, mañana… la palabra de moda. A ver mañana.
Animo Rosa,al final se arreglara todo,considéralo como tu semana de mal tiempo en el campo base,aunque seguro que esto es mas duro,Sabes que no estas sola.Tienes todo nuestro apoyo.Entrenamiento mental.Besos