Ya estamos caminando. Salimos de Lukla el domingo y con buen ritmo y mejor ánimo llegamos a Pading. Caminando entre 4 y 6 horas al día y prestando ya atención a la aclimatación a la altura hemos llegado a Namche Bazaar.
El paisaje es una sucesión de valles por los que corren pendiente abajo las aguas del Himalaya flanqueados por laderas escarpadas y cubiertas de una vegetación selvática. De momento hay bastante presencia humana pues bien se puede decir que ésta es la misma cuna del pueblo Sherpa.
Una leyenda entre los sherpas, Dawa Tsiri, fiel compañero mío en tantas aventuras y cumbres, nos acompaña. No podíamos tener un tutor mejor así que todas disfrutamos de su compañía, experiencia y buen humor.
El tiempo sigue nublado pero sin lluvia. Aquí y allá se notan las cicatrices del terremoto del año pasado, pero casi todo está reconstruido y tan bonito o más que antes. Pocas cosas dan una idea mejor de la increíble fuerza de este admirable pueblo sherpa.
Ahora vamos a disfrutar de una jornada de descanso y recreo en Namche Bazaar, un enclave único y espectacular, bellísimo, que seguro va a sorprender y encantar a las chicas.
Todo bien de momento.
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